sabato 27 giugno 2009

V Fiesta Acid Jazz Hispano: Sábado 18 Julio 2009 - Boogaclub (Granada)

Poco más de un año después de la IV Fiesta Acid Jazz Hispano, que tuvo lugar el 23 de Febrero del 2008 en la sala granadina Boogaclub (la hermana pequeña, en edad, que no en tamaño, de Afrodisia Club), os presentamos la V Fiesta Acid Jazz Hispano, que se celebrará en la misma sala, el sábado 18 de Julio del 2009. Es la primera que organizamos dos fiestas consecutivas en el mismo club, ni siquiera habíamos repetido ciudad, pero en vista del éxito de la anterior, era una tentación demasiado grande no repetir. De hecho, quien estuvo en la IV Fiesta Acid Jazz Hispano comprenderá muy bien por qué volvemos: fue la mejor y más multitudinaria de las celebradas hasta entonces, y eso que las que tuvieron lugar en Afrodisia Club (Granada '06) Dub Club (Valencia '07) y La Moe (madrid, '07) también las recordamos con cariño. Para esta V Fiesta Acid Jazz Hispano, que comenzará a medianoche del sábado y se prolongará hasta casi las siete de la madrugada, volveremos a movilizar al Colectivo Acid Jazz Hispano, el colectivo de DJs de la web, que esta vez estará formado por Ángeles Gómez Ortega, Santiago Tadeo Cervera y Álex Sampedro... Más información y cartel.

Crítica de Revolucion! Original Funk Gooves 1967 – 1978


Compilada por Tom Wieland.
REVOLUCION! ORIGINAL FUNK GOOVES 1967 – 1978.
Freestyle Records. (FSRCD056)
Edición: 20 Julio 2009.
Estilo: Son Cubano; Jazz Latino; Jazz Afro-Cubano.
Interesará a…: los que quieran conocer la música cubana más allá de Buena Vista Social Club.

En 1968, nueve años después de la revolución, el gobierno cubano instauró el plan denominado “ofensiva revolucionaria”. Dado que se trataba de una dictadura, la principal misión de este plan era controlar todas las actividades, todos los estratos y todos los aspectos de los cubanos, es decir, su vida. Se estructuraba a partir de unas previsiones de producción de caña de azúcar que nunca se alcanzaron, de modo que los primeros años de los 70 se conocieron como el quinquenio gris y tuvieron como principal consecuencia un control todavía mayor del gobierno, derivando en una mayor represión y, evidentemente, pérdida de libertad. La música no se libró del control, puesto que los músicos pasaron a percibir un salario del gobierno que, a cambio, determinada la frecuencia de sus actuaciones y grabaciones, su posesión de instrumentos, la formación de las bandas y, ante todo, su repertorio. No era, por tanto, una buena atmósfera creativa, de hecho, sobre el papel era todo lo contrario, pues a eso hay que añadir el aislamiento que padeció la isla, inclusive en lo relativo a la música, pues los oficiales cubanos prohibían las importaciones de grabaciones provenientes de países capitalistas. Sin embargo, la única manera de limitar la creatividad de un músico es matándolo, de modo que una serie de talentosos artistas lograron que se produjera una segunda revolución, pero estrictamente musical. Fue así como, durante los 70, se desarrollaron bandas que modernizaron la música cubana introduciendo influencias contemporáneas (a pesar de todo, es evidente que lograron escuchar grabaciones de otros lugares, especialmente de Estados Unidos), y fue también la década en la que se grabaron álbumes tremendamente influyentes en la música popular del resto del mundo.

El control de un régimen totalitario y la creatividad son conceptos opuestos que rara vez se llevan bien, pero este socialismo aplicado a la música, el hecho de que los intérpretes percibieran un salario a cambio de tocar en los “círculos sociales” y en las “casa de cultura”, tuvo su parte positiva. Para empezar, estos artistas podían dedicarse exclusivamente a lo que mejor sabían hacer, que era interpretar música, y podían hacerlo hasta 300 veces al año, una manera valiosísima de acostumbrarse a tocar para el público, algo que acabó reflejándose en las grabaciones de estudio. Por último, podían olvidarse de los criterios de comercialidad que regían en el mundo capitalistas, pues el número de actuaciones y sus ingresos no dependían de eso, de modo que podían desarrollar vertientes más experimentales e innovadoras sin preocupación alguna (más allá de la de ganarse el beneplácito del régimen, que tampoco debía ser algo muy agradable). En fin, que la música acabó triunfando, de modo que, a pesar de la cruda situación de la isla, siguieron gozando de buena salud creativa. Otra cuestión muy distinta fue su difusión o la calidad y cantidad de las grabaciones.

Tom Wieland, miembro de 7 Samurai y Panoptikum, es un peculiar compilador que parece ser un gran conocedor de muy diversos tipos de música. En el 2004 fue el autor de Panorama (Perfect Toy Records), selección de nu-phusion de los nuevos países de la Unión Europea, y cuatro años después volvió a ejercer esa misma labor con Elaste 02 (Compost Records), recopilatorio de space disco de finales de los 70. Y así llegamos hasta Revolucion! Original Funk Gooves 1967 – 1978, en el que ofrece sus servicios a un nuevo sello, el británico Freestyle Records, y en el que se interesa por una tercera escena: la música cubana desde finales de los 60 hasta finales de la década siguiente. Desde luego, la inquietud de Tom Wieland no parece conocer límites, cosa de la que nos alegramos. Su selección se centra en el catálogo del sello Areito, perteneciente a Egrem Records, discográfica controlada por el gobierno. Aunque no faltan las dos propuestas de mayor repercusión internacional, Orquesta Los Van Van y Grupo Irakere, expresamente relegadas a la parte final de la compilación, Tom Wieland privilegia la presencia de artistas y conjuntos algo menos conocidos, muchos de ellos olvidados incluso en Cuba. Y hay verdaderas sorpresas, piezas asombrosas por las que no parece pasar el tiempo, y otras algo envejecidas pero que debieron resultar rompedoras en el momento de su grabación. Descubrir a Orquesta Riverside, Los Brito en colaboración con la Orquesta Egrem (divertidísimo su Cuando llego a mi casa) o a Pello El Afrokan no tiene precio, y ese es el gran acierto del recopilatorio. Bueno, ese y la voluntaria huida de los estereotipos de la música cubana. Si, por supuesto que se escuchan fabulosas secciones rítmicas, esas características letras aparentemente inocuas y esas clásicas estructuras de solista-coro basadas en la repetición, pero la mayoría de los cortes son sorprendentes, alejados de lo que uno espera, en unos casos por funkys, en otros por vanguardistas, pero siempre por su personalidad.

Revolucion! Original Funk Gooves 1967 – 1978 incluye un libreto con un breve pero interesantísimo texto del alemán Dr. Cornelius Schlicke, un experto en música cubana que demuestro serlo en apenas unos pocos párrafos. De él me he copiado la mayor parte de información aparecida en esta crítica, así que suyo es todo el mérito.

Este es el tracklist del CD:

En casa del trompo no bailes. Orquesta Riverside.
Recital en descarga. Algo Nuevo y Juan Pablo Torres.
Limitacion. Grupo Monumental.
Adeoey. Los Reyes 73.
El contrabajo fantasma. Generoso Jimenez (Toyo).
Cuando llego a mi casa. Los Brito/ Orquesta Egrem.
Oye oyea. Grupo Los Caneyes.
Bailalo asi. Pello El Afrokan.
Baila guiro son wambari. Orquesta Maravillas De Florida.
Tú no me puedes conquistar. Grupo Los Yoyi.
Hasta la semana que viene. Orquesta Los Van Van.
Quindiambo. Grupo Irakere.

Duración total: 45:29

8,5/10



Escrito por Santiago Tadeo Cervera para la web Acid Jazz Hispano.